| dc.description.abstract | En la actualidad la educación enfrenta desafíos que requieren de la revisión de los modelos y planteamientos encaminados a preparar a las futuras generaciones del país, con las herramientas científicas, técnicas y humanísticas para que se afronte con éxito las múltiples expectativas que plantea la época actual.
Estamos en un escenario de cambio de paradigmas. A pesar de sus atributos (para unos) se abandona el modelo dual, positivista y vectorial, y se va entrando en otro dialéctico, emergente, más incierto y complejo, motivado por un futuro que, sin relegar la prioridad del desarrollo, tiene que ser más humano.
El método para favorecerlo es la educación de la razón, que no toda educación favorece. El cambio en educación tiene que ser un cambio necesario y radical basado en la complejidad, la universalidad y la conciencia. En este cambio, la Pedagogía como ciencia de la educación por antonomasia, puede adquirir un protagonismo especial.
En este sentido los procesos didácticos de enseñanza y aprendizaje tienen que fortalecer los procesos heurísticos, investigativos; es decir, ocupar la investigación como uno de los medios para construir conocimiento, pero no entrar directamente con el conocimiento formal disciplinario, sino cómo partir, cómo iniciar con los conocimientos que los pueblos originarios poseen, con esos saberes locales que ya conocen y dominan, para terminar de comprender en un primer momento la realidad de sus comunidades originarias en donde se encuentran circunscritos los sujetos (en este caso el docente y el estudiante) y en un momento posterior pasar a comprender que ese mundo en el que se encuentran, pertenece a una parte más compleja, pero no diferente, porque se compartes características y rasgos comunes, por lo que pueden establecerse generalizaciones; es así que, la investigación es fundamental en los procesos de revitalización cultural porque el sujeto deconstruye y reconstruye su mundo de vida. | spa |
