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dc.date.issued2018
dc.identifier.urihttp://hdl.handle.net/20.500.11777/3777
dc.description.abstractEn la actualidad es común escuchar como terapeuta la problemática que aqueja a los pacientes, muchos de ellos, ya sean hombres o mujeres, jóvenes o adultos, refieren llegar por problemas de pareja. En el censo que realiza el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), se observa que cada año sube la tasa de divorcios a lo largo del país, tan solo en el 2015 se llegó a un total de 121,883 divorcios legales, subiendo un promedio de 10,000 divorcios a comparación con el año 2014. Dentro de los problemas de pareja encontramos también un discurso de dificultades en la comunicación, sobre esto Roche (2009) menciona: “Está privilegiándose cada vez más el papel de la comunicación como el aspecto más útil, no solo para observar y explicar la conducta y relaciones de las parejas sino para trabajar terapéuticamente con ellas. No en balde, la carencia de comunicación es la queja más común de las parejas.” Villanueva (2012) también nos explica sobre la importancia de una buena comunicación: “Si no hay claridad en la comunicación, las mujeres comienzan a interpretar las cosas de forma negativa (malinterpretar) como el que no hay amor (desamor)”. Eva (pseudónimo del paciente en cuestión) en múltiples ocasiones menciona en terapia que no siente el cariño de su esposo, se siente rechazada por él, menciona también varias veces que no es fácil tener una conversación donde los puntos de vista son diferentes. Ahora bien, todo tiene un comienzo, en el modelo sistémico, sabemos que un miembro del sistema es quien carga con el peso de la familia, éste es el paciente identificado. Andolfi (1995) define que “el comportamiento sintomático del miembro escogido contribuye a canalizar sobre él la tensión, en un momento particularmente riesgoso para la estabilidad del grupo en su conjunto”. Claramente Eva, en el sistema, desempeña éste rol, desde niña ha tenido fuertes dolores de cabeza, desviando la atención de los problemas relacionales de los padres: una familia en riesgo. Desde el núcleo familiar de Eva ya se encontraban patrones que podemos observar, estas son, las reglas de la familia, donde Andolfi (1979) nos dice que “los miembros de la familia aprenden lo que está permitido y lo que está prohibido en una relación hasta que una definición más estable de relaciones evolucione.” Para Eva, ésta nueva definición de las reglas, las encontró en el que sería su esposo. Ella decidió casarse por amor, además de pensar que su vida mejoraría de ésta manera, cambiaría lo que en su familia estaba prohibido, así Satir (1991) concluye, “estoy segura de que tenías la idea de que las cosas mejorarán mucho al casarte; estos sueños forman parte de la arquitectura de la familia que decidiste crear”. Así, podemos observar a través de varios académicos que los problemas de pareja es una de las problemáticas más comunes que los pacientes llevan a terapia, y aunque ésta problemática ha existido desde el inicio de la vida humana, es ahora cuando más probabilidad de divorcios existe, la apertura de la sociedad ante una separación es más común ahora, así como el de encontrar una nueva pareja.es_MX
dc.language.isoEspañoles_MX
dc.subjectPsicoterapiaes_MX
dc.subjectTerapia sistémica (Terapia familiar)es_MX
dc.subjectParejas - Aspectos psicológicoses_MX
dc.titleProblemas de pareja: presentación de caso trabajado en psicoterapia individual bajo modelo sistémicoes_MX
dc.typeTesises_MX
dc.contributor.authorPatiño Avila, Ana Irlanda
dc.date.accessioned2018-10-04T14:00:25Z
dc.date.available2018-10-04T14:00:25Z


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