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dc.date.issued2024-05
dc.identifier.urihttps://hdl.handle.net/20.500.11777/6045
dc.description.abstractEn el presente documento se abordan las repercusiones de la sobreestimulación generada por el uso desmedido de dispositivos móviles durante la ingesta de alimentos, en personas con dependencia a la tecnología. Así mismo, se destaca la relevancia de atender este fenómeno a través de una propuesta de diseño Partiendo de que en la actualidad el uso del móvil está sumamente normalizado e incluso llega a ser considerado una herramienta indispensable para un gran sector de la población, es preciso profundizar respecto a la manera en que este medio interviene en la cultura de sus usuarios. Su influencia establece pensamientos, conductas, actitudes, y por ende puede llegar a determinar el modo de vivir de una persona (Quillotay et al.,20). Hace unos años habría sido impensable o sumamente difícil llevar a cabo actividades como trabajar o asistir a clase vía remota, hacer compras en línea, socializar y entretenerse a través de herramientas digitales, ya que se carecía de la infraestructura digital de la que se goza actualmente. Sin embargo, la pandemia generó que la innovación de las tecnologías de la información se acelerara, permitiéndole desempeñar un rol muy importante en la resiliencia socioeconómica durante la misma (Jung & Katz, 2022). Aunque son innegables los beneficios del desarrollo de la tecnología durante el periodo pandémico, el confinamiento provocó cambios drásticos tanto en los hábitos como en las conductas de las personas, lo cual desencadenó un incremento en la dependencia a la misma, sobre todo a los dispositivos móviles. Esto se dio como consecuencia de la accesibilidad y diversidad de servicios digitales que ofrecen, convirtiéndose en una necesidad básica para muchas personas (Cívico, et al., 2021; Pinos, et al., 2018, como se cita en Castillo, et al., 2021). La dependencia al teléfono móvil ha sido definida como la necesidad incontrolable de tener contacto con el dispositivo; En México, los jóvenes, entre 18-24 años, son el grupo de la población que más utiliza internet, además de ser quienes pasan mayor tiempo en pantalla, con un promedio de aproximadamente 5.9 horas al día (Instituto Nacional de Estadística y Geografía [INEGI], 2023). Como universitarios pasan más tiempo en internet, de lo que probablemente duermen. El uso abusivo de internet está relacionado con variables psicosociales como vulnerabilidad psicológica, factores estresantes y el contexto social (Echeburúa & Corral, 2010). No obstante, este problema no es exclusivo de este sector, sino también afecta adultos de diversas edades (Arias,et al 2012). Esta dependencia poco a poco va moldeando el comportamiento de las personas. Conforme pasan mayor cantidad de tiempo conectados, comienzan a descuidar aspectos importantes en sus vidas como la salud y sus relaciones personales. En consecuencia, se vuelven negligentes con sus responsabilidades, presentando una carente regulación emocional debido a que se tornan ansiosos, inseguros, impulsivos e intolerantes, motivo por el cual pierden también la concentración (Echeburúa & Corral, 2010, como se cita en Morales, et al., 2021).spa
dc.formatPDFspa
dc.language.isoEspañolspa
dc.rightsAcceso Abiertospa
dc.rights.uriAtribución-NoComercial-SinDerivadas CC BY-NC-NDspa
dc.subjectDiseñospa
dc.subjectTecnologíaspa
dc.subjectConcentraciónspa
dc.subjectHábitos alimenticiosspa
dc.subjectDependenciaspa
dc.titleXOMALLI Sistema para mejorar hábitos alimenticios en personas con dependencia tecnológicaspa
dc.typeASE Tresspa
dc.contributor.authorCapetillo Villaseñor, Fernanda Ximena
dc.contributor.authorFelix Vega, Ana Luisa
dc.contributor.authorFlores De La Torre, Brenda Isabel
dc.contributor.authorOcampo Sosa, Gala Ivanna
dc.contributor.authorTamanis Coatl, Gabriela
dc.date.accessioned2024-06-03T17:29:00Z
dc.date.available2024-06-03T17:29:00Z
dc.type.versionVersión publicadaspa


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