dc.description.abstract | En el contexto nacional, hay 6.4 millones de mexicanos que viven con diabetes
diagnosticada, cerca de 60,000 más que en 2012, y se estima que para 2030,
México será uno de los 10 países con mayor presencia de esta enfermedad (1).
Entre las complicaciones más importantes que enfrentan los pacientes con diabetes
mellitus, se encuentra la gastroparesia, la cual se presenta en el 40% de los
pacientes con diabetes tipo 1; y en el 10% al 30% de los pacientes con diabetes tipo
2 (2)(3). Las personas con diabetes mellitus y gastroparesia, pueden tener también
desnutrición, deshidratación, descontrol en los niveles de glucosa, y de manera
consecuente, tiempos prolongados de hospitalización (4) (5) (6).
Un tratamiento oportuno, reduce estas complicaciones, promueve el autocontrol
sobre la enfermedad y brinda seguridad al paciente; impactando positivamente la
calidad de vida, y beneficiando el estado físico, emocional y nutricional.
Por consiguiente, el objetivo de esta investigación fue implementar un programa de
vigilancia nutricia sobre la sintomatología y calidad de vida en pacientes adultos con
diabetes mellitus y gastroparesia, durante 3 meses, a través de un estudio
cuantitativo, cuasiexperimental y transversal.
La intervención consistió en un tratamiento nutricio individualizado, acompañado de
una guía nutricional, y sesiones educativas. Se evaluaron indicadores
antropométricos, indicadores bioquímicos (HbA1c %, colesterol total, triglicéridos,
hemoglobina, volumen corpuscular medio y hemoglobina corpuscular media)
indicares clínicos, indicadores dietéticos, e indicadores de calidad de vida
(cuestionario sobre calidad de vida asociado a dispepsia) tanto al inicio, como al
final del estudio. El programa de vigilancia nutricia tuvo un efecto positivo sobre la
sintomatología, que pasó a un nivel leve, y en la calidad de vida, que fue más
favorable en todos los pacientes. El tratamiento nutricio propuesto redujo de manera
estadísticamente significativa (p=0.01) la circunferencia de cadera. El plan de
alimentación, de la mano con la educación nutricional, permitieron una adecuada
adherencia al tratamiento. Una mejor calidad de la dieta, y hábitos saludables,
redujeron también el peso y circunferencias de cintura en los pacientes, después de
la intervención. | spa |