| dc.description.abstract | El autoconocimiento emocional es valioso porque representa el primer paso para percibir el mundo. Por el contrario, cuando hay dificultad para percibir las emociones el mundo puede percibirse amenazante lo cual dificulta la existencia sana. Cuando la persona es consciente de su mundo en términos de lo que siente, piensa y qué le dan ganas de hacer, entonces es más fácil reinterpretar lo que sucede para darle un sentido y ejercer el derecho a elegir.
Este trabajo es un estudio de tipo pre-experimental y tuvo como objetivo la evaluación de un ejercicio individual para ampliar la conciencia del enojo y la forma particular de vivirlo, aplicado a 36 personas.
El ejercicio consistió en preguntarle a las personas encuestadas: ante una situación de enojo, ¿qué señales físicas te dicen que estás enojado?, ¿cuáles son los pensamientos que tienes?, ¿qué deseas hacer en ese momento?, ¿qué deseas decir en ese momento?, ¿de qué te das cuenta?. Este ejercicio se aplicó en dos formatos diferentes: cara a cara y vía correo electrónico.
Aunque hay una semejanza en las respuestas obtenidas en los dos tipos de formato (cara a cara y correo electrónico), fue muy notable la abundancia de información que ofrece el formato cara a cara, no solo por la respuesta a las preguntas planteadas, sino por la observación de los cambios físicos de los participantes, sus gestos, sus cambios de postura y emocionales.
Otro aspecto en que hubo semejanzas en las respuestas fue cuando se les preguntó a los participantes de qué se dan cuenta con el ejercicio. Esta última pregunta fue la que desencadenó varias reflexiones positivas y de autoconciencia emocional en los participantes, en términos individuales y en su relación con los demás.
Se considera que el mayor aporte de este trabajo hacia los participantes fue un “darse cuenta”, una toma de conciencia de la forma en la que cada uno en particular se relaciona con el enojo y su forma de procesarlo. | spa |
