dc.description.abstract | El tercer milenio, tan preñado de esperanzas, no tardó en mostrarnos el rostro del autoritarismo a
ultranza. Fundado en la irracionalidad y bajo la máscara de un discurso religioso, el belicismo
irrumpió para dejar claro que ninguna razón o consenso puede oponérsele. Ya bajo la forma de una
escalada de violencia terrorista identidad aún desconocida o con la impunidad y cinismo de un
gobierno que se ha autonombrado policía planetario, el Leviatán se impone con voracidad ante
grupos humanos ya de por sí golpeados por la frustración y la desesperanza. | |