dc.description.abstract | En el Fedro de Platón, Sócrates cuenta que el dios egipcio Teut oToth,
inventor de numerosas artes, un día fue a Tebas para anunciarle al Rey
Tamus que acababa de concebir un invento que resguardaría al conocimiento
de los accidentes de la memoria. El rey le preguntó en qué consistía
aquel invento y el dios le explicó que se trataba de signos visibles
que representarían a las palabras. Dado que los signos quedarían grabados
sobre una superficie, su duración en el tiempo estaría asegurada.
Enterado de estos pormenores, el rey rechazó la invención del dios alegando
que, lejos de salvar el conocimiento, esos signos escritos significarían
su perdición pues los hombres se volverían perezosos y acabarían
depositando sobre los trazos externos una confianza que sólo se puede
tener en lo que está en el alma. | |