dc.description.abstract | La obesidad es una enfermedad crónica, compleja, controlable y multifactorial que se establece
por un desequilibrio entre la ingesta y el gasto energético; tiene su origen en una interacción
genética y ambiental. Es un factor de riesgo para el desarrollo de ECNT, tiene impacto en la
mortalidad prematura, en la discapacidad y en el deterioro de la calidad de vida. El sobrepeso, la
obesidad y las enfermedades conexas son en gran medida prevenibles. En México, a partir de las
encuestas de nutrición realizadas, se evidenció la tendencia al incremento en este padecimiento.
En el 2010, a nivel mundial, se situó dentro de los países con prevalencias más altas de sobrepeso
y obesidad, tanto en adultos como en niños.
Algunos factores que influyen en la aparición del sobrepeso y la obesidad son las modificaciones
en el estilo de vida con hábitos de alimentación distintos y un descenso progresivo de la actividad
física y, por otro, un aumento en la disponibilidad de alimentos con alta densidad energética.
Las investigaciones van dirigidas a planear intervenciones multicomponentes basadas en la familia,
escuela y comunidad, culturalmente apropiadas y que se enfoquen en la prevención con un mayor
costo-beneficio.
En el presente estudio se determinó el efecto de un Programa Integral para Niños y Adolescentes
con Sobrepeso y Obesidad enfocado a la familia aplicado a 15 pacientes con una edad de 9.7 + 4.2
años. Fue intervencionista, analítico, longitudinal, prospectivo, prolectivo, unicéntrico y
homodémico.
El programa incluyó la evaluación y promoción de los hábitos alimentarios, actividad física y
calidad de vida; se implementó durante 8 semanas, con sesiones quincenales en las que se pesó y
midió a los niños, brindó orientación alimentaria tanto a ellos como a sus cuidadores, la cual
estaba acompañada de tareas para ambos, enfocadas en la modificación de hábitos alimentarios y
estilo de vida.
La prueba t de grupos relacionados (t pareada) se aplicó a los datos de IMC, hábitos alimentarios y
calidad de vida. Los resultados obtenidos (t=1.965 y p=0.07, t=-4.380 y p=0.001, t=-1.256 y
p=0.231, respectivamente) indican que el efecto de la intervención fue significativo para la
modificación de hábitos alimentarios. La prueba de correlación de Spearman se empleó para
actividad física e IMC; el resultado (p=0.742) indica que no existe correlación entre las variables.
Los programas de atención a pacientes con sobrepeso y obesidad infantil deben conformarse al
menos por un tratamiento dietético acompañado de orientación alimentaria y la práctica de la
actividad física. La inclusión de otros aspectos como la calidad de vida también debería
considerarse como primordial ya que la disminución de IMC en los niños no nada más tiene
impacto sobre su salud física, sino también sobre su salud emocional. | en_US |