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dc.date.issued2017
dc.identifier.urihttp://hdl.handle.net/20.500.11777/3526
dc.description.abstractIntroducción: El suministro de la nutrición enteral (NE) temprana puede atenuar la gravedad de la enfermedad y acelerar la recuperación del síndrome de respuesta inflamatoria sistémica. Asimismo se ha demostrado que la nutrición enteral temprana mejora los resultados en pacientes críticamente enfermos, disminuyendo importantes complicaciones, especialmente infecciosas. Objetivo general: Determinar el efecto del inicio de la nutrición enteral sobre la incidencia de infecciones asociadas a la atención de salud (IAAS) en pacientes adultos de la unidad de cuidados intensivos (UCI) del Hospital General Dr. Eduardo Vázquez Navarro. Métodos: Se realizó un estudio descriptivo, retrospectivo y de correlación, se incluyeron 44 expedientes clínicos de pacientes con NE hospitalizados en la UCI de septiembre 2015 a agosto 2016. Para el análisis estadístico se utilizó el coeficiente de correlación Phi (φ) y Xi2. Resultados: 44 expedientes clínicos cumplieron con los criterios de inclusión, de los cuales 52% (23) mujeres y 48% (21) hombres, con un promedio de edad de 45 años. El promedio de índice de masa corporal (IMC) al ingreso fue de 27 kg/m2. El 6% de los pacientes ingresaron a UCI por atención médica y el 34% para atención quirúrgica. El promedio del inicio de la nutrición enteral fue de 52 ± 33 horas desde el ingreso hospitalario hasta el comienzo de la alimentación en UCI. En el 55% de los casos, la nutrición enteral se inició de forma temprana, mientras que el resto (45%) recibieron la nutrición después de las 48 horas de su ingreso hospitalario. El promedio de energía al día prescrita y administrada fue de 1039 kcal y 532 kcal, respectivamente. La vía de alimentación utilizada con más frecuencia fue por sonda nasogástrica (93.2%), y la fórmula enteral administrada con mayor frecuencia (37.5%) fue la fórmula infantil sin lactosa. El promedio de días de estancia hospitalaria en la UCI fue de 8 días, con una mortalidad del 20.4 %. El inicio de la NE (φ = - 0.21, p= 0.26) y las kilocalorías administradas (φ = - 0.21, p= 0.27) mostraron tener relación con la incidencia de infecciones. Asimismo, se encontró una relación estadísticamente significativa (p= 0.02) entre la incidencia de infecciones y la presencia de drenajes. Conclusiones: El inicio de la nutrición enteral así como las kilocalorías administradas tienen relación con la incidencia de IAAS, sin embargo, la colocación de drenajes mostró ser un factor más determinante para la incidencia de infecciones en UCI.Introducción: El suministro de la nutrición enteral (NE) temprana puede atenuar la gravedad de la enfermedad y acelerar la recuperación del síndrome de respuesta inflamatoria sistémica. Asimismo se ha demostrado que la nutrición enteral temprana mejora los resultados en pacientes críticamente enfermos, disminuyendo importantes complicaciones, especialmente infecciosas. Objetivo general: Determinar el efecto del inicio de la nutrición enteral sobre la incidencia de infecciones asociadas a la atención de salud (IAAS) en pacientes adultos de la unidad de cuidados intensivos (UCI) del Hospital General Dr. Eduardo Vázquez Navarro. Métodos: Se realizó un estudio descriptivo, retrospectivo y de correlación, se incluyeron 44 expedientes clínicos de pacientes con NE hospitalizados en la UCI de septiembre 2015 a agosto 2016. Para el análisis estadístico se utilizó el coeficiente de correlación Phi (φ) y Xi2. Resultados: 44 expedientes clínicos cumplieron con los criterios de inclusión, de los cuales 52% (23) mujeres y 48% (21) hombres, con un promedio de edad de 45 años. El promedio de índice de masa corporal (IMC) al ingreso fue de 27 kg/m2. El 6% de los pacientes ingresaron a UCI por atención médica y el 34% para atención quirúrgica. El promedio del inicio de la nutrición enteral fue de 52 ± 33 horas desde el ingreso hospitalario hasta el comienzo de la alimentación en UCI. En el 55% de los casos, la nutrición enteral se inició de forma temprana, mientras que el resto (45%) recibieron la nutrición después de las 48 horas de su ingreso hospitalario. El promedio de energía al día prescrita y administrada fue de 1039 kcal y 532 kcal, respectivamente. La vía de alimentación utilizada con más frecuencia fue por sonda nasogástrica (93.2%), y la fórmula enteral administrada con mayor frecuencia (37.5%) fue la fórmula infantil sin lactosa. El promedio de días de estancia hospitalaria en la UCI fue de 8 días, con una mortalidad del 20.4 %. El inicio de la NE (φ = - 0.21, p= 0.26) y las kilocalorías administradas (φ = - 0.21, p= 0.27) mostraron tener relación con la incidencia de infecciones. Asimismo, se encontró una relación estadísticamente significativa (p= 0.02) entre la incidencia de infecciones y la presencia de drenajes. Conclusiones: El inicio de la nutrición enteral así como las kilocalorías administradas tienen relación con la incidencia de IAAS, sin embargo, la colocación de drenajes mostró ser un factor más determinante para la incidencia de infecciones en UCI.es_MX
dc.language.isoEspañoles_MX
dc.subjectEnfermos graves - Nutriciónes_MX
dc.subjectAlimentación enterales_MX
dc.subjectInfeccioneses_MX
dc.titleDeterminación del efecto del inicio de la nutrición enteral sobre la incidencia de infecciones asociadas a la atención de salud en pacientes adultos de la UCI del Hospital General Dr. Eduardo Vázquez Navarroes_MX
dc.typeTesises_MX
dc.contributor.authorSalmón López, María Cristina
dc.date.accessioned2018-03-09T19:20:57Z
dc.date.available2018-03-09T19:20:57Z


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