Mostrar el registro sencillo del ítem
Economía circular comunitaria. Experiencias de aplicación en México
dc.date.issued | 2024 | |
dc.identifier.isbn | 978-607-8587-74-2 | |
dc.identifier.uri | https://hdl.handle.net/20.500.11777/6019 | |
dc.description.abstract | Durante la Revolución Industrial se dio un incremento notable en el desarrollo de nuevas tecnologías que permitieron aumentar la producción, lo que provocó un rápido crecimiento económico. A partir de esta etapa se ha acentuado una dinámica lineal en el consumo, la cual consiste en extraer las materias primas, procesarlas y transformarlas en productos que serán distribuidos para su venta, y una vez acabada su utilización, se desechan. Durante la Segunda Guerra Mundial se normalizó la utilización de plásticos y de productos desechables, siendo éstos símbolos de estatus económico. Ante esto, la acumulación de basura, tanto de plásticos como de otros materiales empezó a ser una constante en nuestras vidas. Más adelante se hicieron comunes los artículos de un solo uso, y en el siglo XXI parte del éxito de muchas empresas ha sido la venta de nuevos modelos debido a la obsolescencia programada, que consiste en que los artículos, después de cierto tiempo de uso, dejan de funcionar y no hay manera de repararlos. Lo cual implica tirarlos o almacenarlos y comprar otros nuevos. México no ha sido ajeno a los impactos adversos del crecimiento económico lineal que lo ha vulnerado. En 2016, alrededor de 43.6% de la población vivía en condiciones de pobreza (53.4 millones de personas) y cerca de 8% lo hacía en condiciones de pobreza extrema (9.4 millones), con acceso limitado a los servicios de salud, la educación superior y el empleo digno (Semarnat, 2018). En 2020, este número ascendía a 43.9% de la población en condiciones de pobreza, 55.7 millones de personas, y 35.4% de pobreza extrema, 44.9 millones de personas (Coneval, 2020). Sin embargo, en la medida en la que la población y el producto interno bruto (PIB) nacional crecieron, lo hicieron también la emisión de contaminantes y la pérdida de la superficie de muchos ecosistemas naturales (figura 1). Entre 1993 y 2015, las emisiones de bióxido de carbono crecieron cerca de 54%, la generación de residuos sólidos y aguas residuales industriales en 44% y 37%, respectivamente, y se perdieron alrededor de 7 millones de hectáreas de bosques y selvas. En 2022, de acuerdo con la información revisada, estas tendencias persisten | spa |
dc.format | spa | |
dc.language.iso | Español | spa |
dc.rights | Acceso Abierto | spa |
dc.rights.uri | Atribución-NoComercial-SinDerivadas CC BY-NC-ND | spa |
dc.subject | Economía circular | spa |
dc.subject | Cooperativas | spa |
dc.subject | Revolución industrial | spa |
dc.subject | Desechables | spa |
dc.subject | Plastico | spa |
dc.title | Economía circular comunitaria. Experiencias de aplicación en México | spa |
dc.type | Libro | spa |
dc.contributor.author | Campos Cabral, Valentina | |
dc.date.accessioned | 2024-05-15T22:54:48Z | |
dc.date.available | 2024-05-15T22:54:48Z | |
dc.type.version | Versión publicada | spa |
Archivos en el ítem
Este ítem aparece en la(s) siguiente(s) colección(ones)
-
Campus sustentable [32]