Modelo diagnóstico de implementación para un programa de "Escuela de padres" con sentido humano

Abstract

Desde que tengo uso de razón y mucho antes de tomar conciencia plena de mí ser, he pertenecido a una familia. Una familia primero formada por mi madre y padre, después por mi hermano; así como recuerdos frescos de mi infancia, adolescencia en compañía de mis abuelos, primos, tíos. Hoy en día sigo perteneciendo a esa familia, con la variante de que he formado la mía propia, con mi esposo y mis dos hijos; experimentando múltiples vivencias, diversas etapas de vida, dinámicas, necesidades, retos, etc. Este hecho, y el interés de entender más acerca de ella y contribuir al desarrollo de mis relaciones familiares y las de otras familias, define mi deseo por el estudio de la familia, sus variantes, sus funciones, etapas, así como el cuestionarme el papel de los padres en el desarrollo de los niños y, si esta función pudiera ser mejor si somos acompañados en este proceso por otros padres y profesionales de la materia, por entender más acerca del comportamiento sistémico de ella y como hacer frente a un mundo que influye en nosotros y, en la funcionalidad y salud de las familias. Después de siglos de existencia del hombre el núcleo familiar sigue siendo la unidad básica de organización social en la mayor parte de las sociedades. Sin embargo, la familia actual o moderna ha variado, con respecto a su forma más tradicional, en cuanto a funciones, composición, ciclo de vida y rol de los padres. Algunos de estos cambios están relacionados con la modificación actual del rol de la mujer. Dentro de estos cambios sobresale el hecho de que el prototipo familiar evolucionó en parte hacia unas estructuras modificadas que engloban a las familias monoparentales, adoptivas, segundos matrimonios, parejas sin hijos, uniones homosexuales, o familias extensas, donde conviven tres o más generaciones (Herrera, M., 1997). Incluso la familia nuclear tiene en ocasiones algún rasgo especial, como vivir con agregados (abuelo, tío), estar incompleta (por muerte o separación), o que un cónyuge este divorciado de una unión previa. En algunas sociedades la mujer ya puede ingresar (o reingresar después de haber tenido hijos) en el mercado laboral en cualquier etapa de la vida familiar, por lo que se enfrenta a unas expectativas mayores de satisfacción personal respecto de hacerlo sólo a través del matrimonio y de la familia. (Herrera, M., 1997).