Experiencia de incidencia en Cherán en materia de economía social y solidaria
Date Issued
2018Author(s)
Subject
Solidaridad - MichoacánCherán (Michoacán) Economía social
Desarrollo económico - Aspectos económicos - Cherán (Michoacán)
Type
TesisLanguage
EspañolMetadata
Show full item recordAbstract
No creo que exista persona alguna que al hablar de Cherán K’eri (o San Francisco Cherán), municipio de Michoacán, pueda salir de ahí sin decir grandes cosas.
Es una comunidad que se autodenomina y reconoce como indígena, pero estas palabras contienen una mística que a los simples ojos Occidentales pasan desapercibidos. Su esencia tiene un bello aroma antiguo y moderno, individual y colectivo. Es una sublime expresión única de una historia y muchas vidas. Tendrán una personalidad cada quien, una identidad en cada comunero… pero su gran fuerza reside en su identidad colectiva, en su esencia comunitaria.
No existe otra explicación para comprender el levantamiento del 15 de abril de 2011, que desde entonces ha generado un camino de autonomía política sin partidos políticos. Pero su expulsión no fue el principal motivo, sino el deseo de defender sus recursos naturales y a su gente de los “malos” que asediaban a su comunidad: el narcotráfico y los ““tala montes””.
Pero esto no surgió de manera espontánea y gratuita. Michoacán, y particularmente la zona de la meseta purépecha, había sufrido durante varios años antecedentes al 2011 una gradual invasión del crimen organizado. Poco a poco, la zona indígena que no conocía los robos, las extorsiones, las amenazas y la violencia agresiva que fue asentándose.
Y este asentamiento no fue coincidente ni mucho menos inexplicable. La acción del crimen organizado considera las estructuras políticas del país, las observa, las analiza (a veces instintivamente) y las coarta, amaga o incluso asimila; en el fondo, la idea consiste en poder llevar a cabo la acción delictiva de la manera más fácil y menos costosa posible. Esto es una lógica meramente mercantilista. De tal manera, que los partidos políticos fueron el canal de control de la cual se sirvió el mismo crimen organizado.
No está de más tener esta claridad. Los partidos tienen movimientos territoriales enteros que abarcan todas las zonas del país. Tienen una estructura que permite llegar a la gente, bajar información e incluso, sin menor complicación, bajar recursos hacia ellos. De ahí la efectividad del compro del voto que algunos partidos políticos emplean
Ahora, el crimen organizado fue asimilando, de una u otra manera, las estructuras políticas municipales para poder actuar de manera eficiente. Esta asimilación no es complicada. Se produce a través de una intimidación brutal, certera e inevitable dada la misma estructura de los partidos. Esto se explica sencillamente, los partidos tienen una lógica de liderazgos singulares, de trabajos individuales, incluso de cacicazgos. Cuando el crimen organizado quiere controlar una estructura, lo único que tiene que hacer es dirigirse a una cabeza y controlarla, así uno controla todo el cuerpo. A la vez, la cabeza no tiene manera de protegerse porque se ve solitario, se ve aislado de otras personas que puedan continuar su trabajo, asumir su rol es caso de que falte o, incluso, de un respaldo en caso de tener que enfrentarse a esa fuerza. Por naturaleza, la brutalidad del crimen organizado, que bien no es militar sí responde más eficientemente de manera jerárquica (debido al temor y perversión en sus miembros) a corto plazo. De tal que, si la estructura política no tiene la capacidad de confrontar el ataque abrumador, repentino y coercitivo del crimen organizado, termina siendo absorbido. Cosa que sucede claramente en los gobiernos municipales. Sería interesante poder profundizar este tema en una investigación pero nos limitamos a lo dicho.
Sin embargo, el crimen organizado, vio bien no limitarse al mercado de las drogas e incluso al gobierno de las comunidades sino, todavía mejor, el generar negocio a partir de la extracción de bienes naturales. Estos casos están bien documentados en todo el país, desde minería hasta la extracción de madera.
Este marco contextual es aquél en el que se desenvuelve Cherán antes del levantamiento, razón por la cual se vivían los graves problemas narrados anteriormente.
Así, es que Cherán vivía un clima cada vez mayor de inseguridad y violencia, producido por un contubernio entre el crimen organizado y los partidos políticos.
Ahora, en tiempo anterior al levantamiento, el Padre Jorge Atilano SJ, actual director del Centro de Investigación y Acción Social por la Paz, obra de la Compañía de Jesús que desarrolla el Proyecto de Reconstrucción del Tejido Social, mantenía contacto con la comunidad por el acompañamiento que se estaba generando a un grupo juvenil que existía en la comunidad, así como la amistad entablada con algunos de los comuneros (González Candia, J.A., 2017). Fue después que ocurrió el levantamiento por parte de la población y que el Padre Jorge fortaleció su acompañamiento a la comunidad. Además, fue coyuntural dicho levantamiento respecto de la encomienda que la Compañía de Jesús le había hecho al sacerdote en mención de desarrollar una propuesta que respondiera al problema de violencia e inseguridad en el país, a partir del 2012, y el estudio de su maestría a partir del año 2013 (González Candia, J.A., 2017, pp. 14 y 16).
Cuando finalmente el Padre Jorge hubo terminado su maestría fue que comenzó el desarrollo del Proyecto de Reconstrucción del Tejido Social (PRTS) y para ello se empleó una herramienta denominada “conversatorios ignacianos”. Los mismos, eran grupos de diálogo donde se buscaba “compartir las reflexiones que surgían por la realidad del país en ambiente de oración, escucha y discernimiento.” (González Candia, J.A., 2017, p. 24).
Estos instrumentos son sumamente adaptables y tienen como base la espiritualidad ignaciana, es decir, una metodología eminentemente cristiana y católica que busca rescatar “los movimientos” del corazón para poder identificar aquello que nos mueve a la plenitud y aquello que nos aleja de ello. Es una dinámica subjetiva que llega a objetivar las vivencias personales.
Así, se llevó a cabo el “1er Conversatorio del Buen Convivir” realizado en Tancítaro, Michoacán. Ahí se compartió la experiencia de Cherán por parte de algunos representantes del Primer Gobierno Comunitario ya saliente. En el mismo donde se concluyó que:
“… la violencia en nuestro país es resultado de un proceso histórico, sistémico y multicausal de fragmentación del tejido social, en el cual podemos encontrar determinantes relacionales, como son los vínculos, la identidad y los acuerdos, y determinantes estructurales, como son lo socio-económico, lo político-jurídico, lo cultural-educativo y lo familiar-electivo.” (Documento de 2do Conversatorio del Buen Convivir, 2015, p. 2).
La conclusión anterior fue crucial para reafirmar las determinantes estructurales del Proyecto de Reconstrucción de Tejido Social, de las cuáles lo socio-económico resulta importante para el caso particular.
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