dc.description.abstract | Para la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2008), la enfermedad se define como la alteración o desviación del estado fisiológico en una o varias partes del cuerpo, por causas en general conocidas manifestada por síntomas y unos signos característicos y cuya evolución es más o menos previsible. En el contexto social, la enfermedad genera una serie de costes de diversos tipos que no solo afectan al enfermo, sino que se extienden a todos aquellos que son partícipes de ella. Un problema de salud no sólo afecta al enfermo sino a todo su entorno.
Para su prevención, atención y control, las enfermedades se clasifican en infecciosas, congénitas, hereditarias, autoinmunes, neurodegenerativas, mentales y metabólicas (Durán, 2002). Bajo esta acepción, se considera al cáncer como una enfermedad hereditaria pues los cambios genéticos pueden heredarse de los padres, en muchas ocasiones son consecuencias de las alteraciones que sufren las células al momento de dividirse o por el daño del ADN causado por alguna exposición al ambiente (INCAN, 2016).
El cáncer es el nombre que se da a un conjunto de enfermedades relacionadas donde algunas de las células del cuerpo comienzan a dividirse sin detenerse y se diseminan a los tejidos cercanos. El cáncer puede comenzar en cualquier parte del cuerpo humano. En condiciones normales, las células humanas crecen y se dividen para generar nuevas medidas conforme el cuerpo las requiere; al envejecer las células o dañarse, se mueren y nuevas células reemplazan estas. | es_MX |