dc.description.abstract | La terapia cognitivo conductual es útil para disminuir problemas de enojo.
Es decir, hay cambios en quienes reciben el tratamiento porque se enojan con
menor frecuencia e intensidad. Sin embargo, se desconoce si las personas
alrededor del individuo (por ejemplo sus familiares) perciben estos cambios. En
consecuencia, el objetivo fue: (a) evaluar la eficacia de un tratamiento cognitivo
conductual grupal del enojo y (b) conocer el grado en que los familiares perciben
los cambios. Participaron 30 adultos, previa entrevista para confirmar que tuvieran
problemas de enojo (dificultades en sus relaciones, reconocer problemas con esta
emoción y puntajes altos en el ML-STAXI, el cual mide el enojo). Se asignó al azar
a 15 personas al grupo experimental, el cual recibió tratamiento cognitivo
conductual del enojo. El tratamiento consta en nueve sesiones, se da
entrenamiento en relajación y respiración así como adiestramiento en
reestructuración cognitiva. Las otras 15 estuvieron en el grupo control (también 9
sesiones), que recibió un tratamiento no enfocado en el enojo, sino en mejorar
relaciones interpersonales. Los instrumentos fueron el ML-STAXI (Moscoso, 2000)
para medir el enojo estado, enojo rasgo, expresión y control del enojo; y los
inventarios de ansiedad y depresión de Beck. Los resultados indican que al
terminar el tratamiento y a un año de seguimiento el grupo experimental mejoró
más que el control con respecto al enojo. En depresión y ansiedad se observaron
cambios en ambos grupos. Los familiares notaron que cuando terminó el
tratamiento, en comparación con el grupo control, el experimental expresó su
enojo con menor frecuencia, pero estos cambios no se mantuvieron al año de
seguimiento. Se recomienda buscar formas de garantizar la respuesta de los
cuestionarios después de terminado el tratamiento. | en_US |